¿Qué es el ‘dosage’ en champanes y cómo afecta a su sabor?

La dosificación, dosaje o dosage del champan frances es un concepto que designa la aportación de azúcar tras la segunda fermentación y poco antes del taponado, en un proceso que condiciona la sequedad o dulzura del vino. Para ello, se utiliza un compuesto denominado «licor de dosificación», resultado de combinar azúcar de caña con este espumoso, en proporciones estudiadas (un centilitro de licor por cada setenta y cinco de vino).

No obstante, la cantidad de este licor varía en función del tipo de champán que interese lograr. La tradición clasifica este espumoso en seis tipos en función de su dosage o contenido en azúcar. En primer lugar, el champán semiseco contiene hasta cincuenta gramos de azúcar por litro y presenta un perfil dulce y una acidez aceptable.

Los champanes secos rebajan la dosificación hasta un máximo de treinta y dos gramos de azúcar por cada litro. Son espumosos más ácidos que dulces, de gusto refrescante y astringente. En general, se envejecen en tanques de acero para potenciar su frescura.

Por su parte, los denominados brut son champañas con doce gramos de azúcar por litro, con los que se obtiene un caldo de perfil seco y refrescante, a veces muy ácido y con ocasionales notas a pera, manzana y levadura, según la variedad de uva utilizada (chardonnay o pinot noir, por lo común).

Respecto a la dosificación del champán extra brut, puede contener entre cero y seis gramos de azúcar por litro. A estos espumosos no se les añade azúcar después del degüelle o degüello, es decir, la eliminación de las lías residuales de la segunda fermentación.

Por último, el champán brut nature posee un aporte de azúcares inferior a los tres gramos por litro. Con ello, se obtiene un espumoso realmente seco, casi siempre producido a través del método champenoise y del gusto, por tanto, de los enófilos más puristas.