Crea un espacio de relax y bienestar

A veces pienso que el baño es el lugar más infravalorado de la casa. Si te paras a pensarlo, es el único espacio al que todos recurrimos para un momento de calma, para despejar la mente y, en mi caso al menos, para idear mis mejores planes. Cuando me propuse acometer una reforma baño en A Coruña, imaginaba un rincón que no sólo fuera funcional, sino que también invitara a quedarse un ratito más. Crear esa atmósfera de relax y bienestar parecía al principio una empresa complicada, pero os aseguro, es todo cuestión de visualizar los detalles.

Una de las primeras cosas que tuve que elegir fue el diseño. En mi cabeza tenía una mezcla de minimalismo y un toque cálido, algo que pudiera transformar el día más agotador en pura serenidad. Opté por líneas suaves, colores neutros que van desde los beiges hasta los grises suaves, porque me ayudaban a crear un espacio que ya de por sí parecía más amplio. Algo que aprendí en este proceso es que elegir un diseño claro no significa terminar en lo aburrido. Puedes usar detalles decorativos como los textiles o incluso plantas pequeñas para darle vida al conjunto. Aquí, menos es más, literalmente.

Esta reforma baño en A Coruña también me enseñó mucho sobre los materiales. Las baldosas de gran formato fueron una de mis elecciones estrella. Al tener menos juntas, dan una sensación infinita a las paredes, casi como si se fusionaran con el resto de la habitación. Además, los materiales como el microcemento son una propuesta increíblemente versátil. Tienen ese acabado moderno, sin exagerar ni perder funcionalidad. Para el suelo, buscaba algo cálido al tacto, así que opté por pavimentos vinílicos que además son resistentes a la humedad. Y aunque parezca un detalle técnico, estos materiales no sólo aportan diseño, sino también facilidad para la limpieza y el mantenimiento.

A nivel de sanitarios, lo primero que se me vino a la mente fue decirle adiós definitivamente a la bañera. Cambiarla por una ducha espaciosa con mampara de vidrio fue un acierto absoluto. Ya no sólo por el espacio que se gana, sino por la sensación de amplitud que genera. ¿Y qué decir de los grifos empotrados? Son ese detalle que no sabes que necesitas hasta que los instalas. De verdad, son elegantes y muchísimo más fáciles de limpiar, un tema que se nota tras un par de semanas de uso.

La iluminación también tuvo un papel fundamental durante todo el proceso de diseño. Hice todo lo posible para que la luz natural tuviera protagonismo, aunque reconozco que las ventanas pequeñas no siempre juegan a nuestro favor. Ahí es donde entran en acción las luces LED blancas cálidas. Instalé un espejo retroiluminado que combina diseño y funcionalidad como ningún otro. Además, los focos en el techo fueron suficientes para evitar sombras molestas y darle un aire moderno al conjunto. La sensación de calma que transmiten esas luces suaves casi convierte el baño en un pequeño spa dentro de casa.

Finalmente, no puedo dejar de mencionar el presupuesto. Si algo descubrí rápidamente es que una reforma baño en A Coruña requiere tener muy claro hasta dónde quieres y puedes llegar económicamente. Mi idea inicial tuvo que ajustarse tras unos cuantos presupuestos, pero eso no fue un problema. Prioricé lo esencial, como los materiales y los sanitarios, mientras que algunos elementos decorativos simplemente tuvieron que esperar a un mejor momento. Es impresionante cómo puedes economizar si comparas varias opciones antes de tomar decisiones rápidas.

Poner todo en su sitio fue más gratificante de lo que imaginaba. Cada detalle habría sido irrelevante sin esa conexión que sientes cuando transformas un lugar tan simple en el refugio que siempre deseaste. Mi baño ahora es mi rincón favorito, y sobre todo, un espacio donde ir por las mañanas sin ganas terminó convirtiéndose en el inicio perfecto para cualquier día.