El inventario de supermercados y otras cadenas de alimentación no se compone únicamente de bienes de consumo. También los mostradores y vitrinas, las cajas registradoras, los expositores murales, las cortadoras de fiambres, etcétera, forman parte de sus activos tangibles y son esenciales para el desarrollo de su actividad.
Para comprar maquinaria para supermercado en Santiago y otros municipios, es recomendable revisar el perfil y la reputación del fabricante de cada producto, así como de la compañía comercializadora —en caso de adquirir el equipamiento a través de proveedores B2B—. Con ello, se realiza una primera criba de empresas que, bien por su escasa trayectoria, bien por su dudosa profesionalidad, son descartadas de la lista de candidatos. En el caso de las marcas, estas deben estar certificadas por la Unión Europea y contar con sellos oficiales de calidad.
La logística es otro aspecto clave en la selección de proveedores de equipamiento para tiendas de alimentación. Tras confirmarse la disponibilidad del producto deseado, los plazos de entrega deben ser ágiles. Incluso si la empresa cliente dispone de un margen suficiente y no precisa esos equipos de inmediato, la rapidez en su entrega garantiza que podrán resolverse emergencias puntuales, como la rotura de una caja registradora.
El transporte en sí es un servicio indispensable, y los portes correspondientes deben estar contemplados en esta inversión. La razón es simple: la mayor parte de la maquinaria para supermercados posee unas dimensiones y peso elevados, por lo que su transporte acarrea mayores gastos, que generalmente serán asumidos por el cliente. Estos gastos no son ninguna ‘calderilla’, ya que pueden encarecer el precio final un 5 ó 20%.
Los equipos y máquinas destinadas a supermercados comparten el mismo riesgo de sufrir fallas y averías que el resto de los productos. Es importante cerciorarse de que el equipamiento en cuestión dispone de una garantía razonable y de que su servicio de soporte técnico estará a la altura.