Verduras congeladas más consumidas en España

Por su escasez de calorías y alto contenido en vitaminas y fibra, las verduras congeladas desempeñan un rol clave en la alimentación y la hidratación de millones de personas en nuestro país, como avala la Asociación Española de Fabricantes de Vegetales Congelados.

 

De todas las verduras sometidas a este método de conservación, las judias congeladas para hosteleria figuran entre las más demandadas. Más allá de su protagonismo en salteados, sopas y otras recetas, este alimento está indicado para personas con colesterol en sangre gracias a su altísimo aporte de fibra, que también favorece el tratamiento de dolencias relacionadas con el tracto gastrointestinal. Al menos, nueve décimas partes de las judías están compuestas por agua, proporción que explica sus efectos diuréticos.

 

Las espinacas, por su parte, gozan de popularidad en la sección de congelados de cualquier supermercado por sus aportes en vitamina B9 y ácido fólico, de recomendable consumo para las gestantes. Su riqueza en betacarotenos mejora el sistema inmunitario. Su contenido en fibra y proteínas contrasta con su escasez de hidratos de carbono, además, y gracias a la presencia de elevadas dosis de potasio, es capaz de aliviar la hipertensión y prevenir el desarrollo de la ateroesclerosis.

 

Otra de las verduras congeladas que triunfan son los guisantes, que pese a su exquisito sabor en estado fresco, tienen una fragilidad superior a la de otras hortalizas, lo que explica la necesidad de someterlas a bajas temperaturas para su adecuada conservación. En su composición destacan vitaminas y minerales como el hierro, el fósforo, el potasio, el calcio, el magnesio o las vitaminas C, E, B3 y B6, por lo que su consumo está indicado para personas de todas las edades y condiciones.

 

Por último, las ensaladillas congeladas son muy demandadas porque permiten disfrutar de una variada gama de verduras y hortalizas: zanahorias, patatas, judías, etcétera.