Por su clima privilegiado, un entorno natural de excepción y la oferta de entretenimiento, Vigo es la ciudad gallega más visitada. Sus cifras turísticas no son fruto de la casualidad, sino el resultado de una combinación de factores. Es lógico que el viajero ponga sus miras en destino Vigo si atendemos, por ejemplo, a su seguridad.
Gracias a un bajo índice de criminalidad, Vigo figura entre las ciudades más seguras de la geografía española. Año tras año desciende la tasa de hurtos y otros delitos en el municipio pontevedrés, realidad que incentiva el turismo en áreas como Casco Vello, el núcleo histórico donde encuentran su sitio la Fortaleza de San Sebastián, la concatedral de Santa María y otros emblemas de la ciudad.
Hablar de Vigo es hacerlo también del clima especial que proporciona aquí un mayor número de días despejadas en comparación con el resto de Galicia. El termómetro oscila entre las temperaturas mínimas de seis grados en invierno y las máximas de veinticinco durante el periodo estival. Con razón, el portal El Tiempo la reconoció como una de las mejores urbes para vivir en cuanto su microclima.
Edificios y monumentos históricos tampoco faltan en Vigo. A destacar la Alameda da Praza de Compostela, el Museo de Arte Contemporáneo o Castelo do Castro. Pero su naturaleza virgen no se queda atrás, y ofrece al público turista la oportunidad de explorar multitud de islas e islotes, hacerse un selfie en el Cabo Home o recorrer rutas de senderismo como la de río Eifonso o los Molinos de Zamáns.
Pese a su tradición industrial, la ciudad más poblada de Galicia ha sabido preservar sus destinos de sol y playa. Los arenales de Espedrigada, O Vao, Carril, la Fontiña o Samil atraen a los entusiastas del relax, así como a los amantes de los deportes acuáticos.