Es sorprendente descubrir que la gran mayoría de personas no saben qué tipo de piel tienen. O, lo que es peor, creen saberlo, pero están equivocados. En muchos casos, cuando alguien quiere saber qué tipo de piel tiene es para poder comprar los cosméticos más apropiados para su cuidado. Por eso, recurren a la vendedora de la tienda de perfumería o a la esteticien de cabecera. Estas personas, con su mejor voluntad, pueden decir qué tipo de piel se tiene en función de si es seca, grasa o mixta. Pero difícilmente podrán dar más información e incluso pueden confundirse en su diagnóstico.
La persona que no se va a confundir y te va a dar una información completa y detallada sobre tu tipo de piel son los dermatologos. Este te podrá comentar no solo si tu piel es seca o no, sino también si es sensible, si puede tener un problema de rosácea o si es importante que le aportes ciertas vitaminas porque sufre una carencia de estas.
También podrá decirte qué tipo de productos debes de utilizar si tienes una piel con acné, sensible o con capilares marcados. No solo te dirá cuáles son las rutinas diarias más adecuadas para cuidar tu piel, también te podrá indicar qué otros cuidados puedes darle, desde medicamentos hasta tratamientos estéticos especializados. Así, podrás mitigar las marcas de los capilares, o borrar casi por completo las cicatrices del acné o incluso ayudar a que no se noten las rojeces de la piel sensible.
El dermatólogo es el médico especialista en la piel y hay que confiar en él para cualquier diagnóstico de esta, así como para los tratamientos que se llevan a cabo, especialmente cuando hay un problema de salud relacionado con la misma. También nos puede ayudar a tratar problemas como la caída de cabello, ya que el cuero cabelludo no deja de ser parte de la piel y también le corresponde como experto.
Por último, los dermatólogos se ocupan también de ciertas enfermedades, las venéreas, que afectan a la piel de la zona íntima. Esta última misión del dermatólogo no es tan conocida como las anteriores, pero es una más de sus funciones. Un buen ejemplo es el tratamiento de las verrugas genitales causadas por el virus del papiloma humano y que un dermatólogo puede ayudarnos a quitar sin peligro para nuestra salud.